A no ser que las últimas semanas hayas estado incomunicado, explorando el desierto del Gobi, en un retiro espiritual en el Tibet, seguro que has para oído hablar de Pokémon Go (en caso de que no te suene de nada aquí tienes un enlace explicando en qué consiste este fenómeno global), la versión en realidad aumentada del juego Pokémon para dispositivos móviles que permite la caza y captura de los pokémon en el mundo «real».
Es un juego fácil, divertido y muy adictivo, que en dos semanas consiguió más de 25 millones de jugadores.
Y ahora bien, te preguntarás, ¿qué tiene que ver todo esto con los archivos?. Te lo resumo en tres palabras: poképaradas y pokégimnasios.
El quid del juego consiste en cazar pokémons y en combatir con ellos con otros jugadores. Para lo primero se necesitan pokébolas (pokéballs), que son eso, bolas, con los que se capturan los pokémon. Las hay de distinto tipos y se consiguen por dos medios, bien comprándolas con dinero real, o de forma gratuita en las poképaradas.
Sin pokębolas no hay juego, así que estos lugares se han convertido en zonas cotizadas y muy apreciadas que pueden congregar a un montón de jugadores. Si además se añade el hecho de que el juego da la opción de alimentarlas con un cebo especial que atrae a pokémons al sitio durante media hora, los montones se convierten en hordas de jugadores.

Domingo 31 de Julio 2016, 10.30 am. Monumento a Alfonso XII Parque del Retiro, Madrid, donde hay 4 poképaradas juntas. Foto: balduqueando2Go
Una vez alcances el nivel 5 obtienes la posibilidad de unirte a equipos y participar en combates de pokémons en los pokégimnasios y medir tus fuerzas con otros jugadores. Pero para poder luchar es necesario estar físicamente cerca de ellos. Como pasaba con las pokęparadas atraen a jugadores.
Las pokęparadas y pokégimnasios están situados en lugares públicos y su ubicación se corresponde con elementos urbanos: monumentos, fuentes, graffitis, edificios representativos como bibliotecas y archivos. De este modo ir a la caza y captura de pokémons puede suponer una oportunidad para la difusión cultural, en concreto de los archivos. Una forma barata de dar a conocer la existencia de éstos a una gran masa de público. Quizás algunos sólo pasen a recoger pokébolas o a luchar pero entre tanto jugador seguro que hay quien sienta curiosidad y entre para saber exactamente qué es un archivo y para qué le puede ser útil.
Estamos hablando de un público potencial de 25 millones, en su mayoría mujer y con edades que van desde los 18 a los 50 años (fuente), no parece que sea un juego sólo para niños.
Niantic, desarrolladora del juego, ofrece la oportunidad de solicitar la creación de nuevas poképarada a través de un formulario en su página web. Sería estupendo poder contar con el mayor número de poképaradas en archivos o cerca de los mismos y que éstos lo publicitasen para conseguir mayor visibilidad.
Ya hay alguna poképarada que coincide con la ubicación de un archivo, como el Regional de la Comunidad de Madrid, situado junto con la Biblioteca Regional en la antigua fábrica de cervezas de El Águila.
¿Qué os parece la idea?
Como ya te comenté por Twitter, me alegra ver que no soy la única persona a la que se le ha ocurrido promocionar los archivos a través de este juego.
Algunos compañeros argumentan que no debemos prestar atención a Pokemon Go porque es una moda pasajera. Lo mismo se decía de las redes sociales y mira. Seguramente Pokemon Go se desinflará tras este «hype» inicial, pero la realidad aumentada ha venido para quedarse.
Los archiveros podemos escoger entre ignorar este fenómeno o intentar conocerlo y aprovecharlo al máximo. Soy de los que piensa que este tipo de juegos son una vía de difusión más para nosotros y que no perdemos nada por utilizarla. Lo peor que puede pasar es que nos quedemos como estamos, ¿no?
Una profesión con tan poca visibilidad como la nuestra no debería permitirse permanecer al margen de la transformación digital y de las nuevas reglas de juego que establece (redes sociales, blogs, posicionamiento SEO, administración electrónica, big data, web semántica, realidad aumentada…).
Muchas gracias por tu comentario. Estoy de acuerdo contigo, creo que los archiveros debemos usar cualquier medio posible, por extraño que parezca, para difundir los archivos, el trabajo que se hace en ellos y su utilidad